Por iniciativa
del príncipe Rainiero III, el Principado de Mónaco empezó a enriquecerse con
obras de arte, y este amor por el arte sigue vigente hoy bajo el mando del
príncipe Alberto II. La escultura
ocupa un lugar privilegiado, con más de 200 obras en los jardines, calles y
plazas de Mónaco.
Las esculturas
de Bosio, Doré, Barye, Bourdelle, Roux, Renoir, Cogne, de Chirico, Léger,
Moore, Calder, Vasarely, César, Pomodoro, Arman, Segal, Lalanne, Folon,
Chadwick, Goldsworthy, Sosno, Ochoa, Kapoor o Valdès son un fiel reflejo de la
evolución de este arte durante siglo XX, y permiten, además, recorrer la
historia del Principado por cuanto representan a príncipes, figuras clave,
acontecimientos y lugares emblemáticos de Mónaco.