“Más que un lugar, este edificio es una verdadera herramienta de trabajo,
un espacio abierto donde personas e ideas circulan, respiran…” Discurso
inaugural de Jean-Christophe Maillot, coreógrafo director de los Ballets de
Montecarlo, el 10 de diciembre de 1998.
Inaugurado en presencia del Príncipe Rainiero III y S.A.R. la Princesa de
Hannover, el taller constituye el lugar de trabajo de la compañía monegasca. Situado
en un antiguo aserradero de más de 4.000 m2, reúne bajo un mismo techo a
bailarines, equipos artísticos, técnicos y administrativos.
Dos arquitectos, Daniel Raymond y Sophie Nivaggioni, colaboraron con
Jean-Christophe Maillot para pensar, concebir y diseñar casi al milímetro el
espacio, teniendo en cuenta las necesidades específicas de bailarines y del
cuerpo de profesiones ligado al espectáculo vivo. Después de una profunda
reflexión y análisis, crearon un espacio equilibrado y funcional, a imagen de
la compañía: líneas rectas, rigurosas, y volúmenes amplios, transparentes, que
recuerdan en cada momento que el taller es, además de un lugar de trabajo y
desarrollo técnico, un auténtico laboratorio de investigación y experimentación
colectiva.
“El taller también es un lugar de vida, un hogar: para los bailarines, el
lugar de trabajo es como una casa, donde están completamente dedicados a la
danza y viven sin contar las horas. Se les exige rigor, calidad, rendimiento,
inteligencia”, subraya Jean-Christophe Maillot.
“Para satisfacer esta necesidad, teníamos que proporcionar los medios: comodidad,
facilidad de uso, un espacio para relajarse, un ambiente de descanso y trabajo
espacioso… Ciertamente es un lujo a medida de lo que se espera de ellos. De todos
es sabido que el ambiente de trabajo de un atleta es una de las condiciones más
importantes para que triunfe”. Por último, los equipos administrativo,
artístico y técnico se han centralizado en el mismo espacio para que puedan
funcionar en conjunto. Además, los Ballets sintetizan un doble aspecto del
Principado de Mónaco: la escena en la que dan lo mejor de sí mismos, el
espectáculo, los medios técnicos, el trabajo, el esfuerzo y el rigor, que es
testigo de la consideración que le otorga el gobierno monegasco a los que
contribuyen a su renombre y lleva sus colores a todo el mundo.
Taller de los
Ballets de Montecarlo
+377 97 70 65 20
www.balletsdemontecarlo.com