¿Busca inspiración? ¿Quiere inmortalizar escenas únicas? ¡Síganos! Nosotros
le guiamos.
Visitar Mónaco es sinónimo de vivencias únicas. Se sorprenderá con cada uno
de sus rincones y sus vistas. Monaco-Ville, Montecarlo, Fontvieille o La
Condamine son el escenario perfecto para unas maravillosas fotos de recuerdo.
Monaco-Ville
Sería impensable visitar el Principado sin pasar por Monaco-Ville, ¿verdad?
Recorra las estrechas y coloridas calles de lo que los lugareños también llaman
«Le Rocher» y no olvide adentrarse en los jardines Saint-Martin y Sainte-Barbe.
A la sombra de los más bellos árboles mediterráneos, le emocionarán las
impresionantes vistas sobre el Mediterráneo.
¡Recomendado! Tras
detenerse a contemplar la vista sobre el puerto de Fontvieille, diríjase a su derecha
para tomar la Ruelle Sainte-Barbe y recorrer el paseo que se abre ante usted.
Con el acantilado a sus pies y a tan solo unos pasos del Palacio principesco, déjese
encantar por su asombrosa tranquilidad.
Monte-Carlo
Dejando atrás el encanto del Rocher, la siguiente parada fotográfica no
puede ser otra que el Casino de Montecarlo. Descubra la nueva plaza de este
emblemático lugar de Mónaco, flanqueado por el Hôtel de Paris y el Café de
Paris. ¡Desenfunde su cámara o su smartphone y accione el disparador! También podrá admirar los heterogéneos rincones de
este barrio, con los magníficos jardines La Petite Afrique y las tiendas del
One Monte-Carlo que tampoco se puede perder.
¡Recomendado! Con
las más hermosas tiendas de lujo y las marcas de emblemáticos diseñadores a su
alrededor, tampoco olvide alzar la vista: el verde de los árboles se funde a la
perfección con la arquitectura única del One y el azul del cielo de nuestras costas.
Fontvieille
Si busca maravillarse y descubrir Mónaco de la forma más pura y local, este
es su lugar. Este barrio, erigido sobre tierras ganadas al mar hace más de
treinta años, ofrece una atmósfera muy especial, y tanto usted como su objetivo
se verán cautivados por su energía.
¡Recomendado! Descubra
la marina del puerto de Fontvieille, poblada de pequeñas embarcaciones y majestuosos
yates, y continúe su recorrido hasta el dique. Se abrirá ante sus ojos un
paisaje único con una parte del Principado y del Museo Oceanográfico y sus vistas
al Mediterráneo.
Condamine
Perderse el barrio central de Mónaco no es una opción. La Condamine se abre
ante el Puerto de Hércules y se caracteriza por sus diferentes ambientes. El
pintoresco circuito de Fórmula 1 y su parrilla de salida, las calles y sus
comercios o el mercado de la Place d’Armes a los pies del Palacio: para todos y
para todos los gustos.
¡Recomendado! Levántese
de buena hora y acérquese al mercado de la Place d’Armes para observar a los monegascos
recorrer los puestos de fruta y verdura mientras piensan ya en la comida que
van a preparar. ¡Fotografías llenas de color y sonrisas garantizadas!
Tête de chien
Antes de dejar Mónaco, le invitamos a ascender hasta la cima del
promontorio Tête de Chien —a 550 metros más exactamente— y a mirar al horizonte.
Es el lugar perfecto para disfrutar de unas maravillosas vistas sobre el
Principado. Pero advertimos... ¡quizás no quiera irse nunca!
¡Recomendado! Además de poder ver Mónaco a sus pies, mire a su alrededor para ver Francia e
Italia y contemplar cómo el Mediterráneo acaricia sus costas. ¡No lo dude y
accione el disparador!